Algo me ocurrió ayer, bueno, mejor dicho, un amigo me dijo algo ayer que hizo me planteara; mis sombras y su alcance. Estas partes que están a oscuras en mi mente. Estos pensamientos que son inconscientes y que por supuesto tienen una gran repercusión en cómo vivo mi vida. Porque estos pensamientos de los que no me doy cuenta, también se convierten en palabras, en gestos, en acciones y en una forma de vida.
Este amigo me atribuyó tener rechazo hacia demasiadas cosas, me dijo que me lo mirara. Claro, en principio sentí sorpresa, no me esperaba en ese momento sus palabras porque esa fue su respuesta a un mensaje de agradecimiento que le había enviado previamente, en el que por más que lo releí no constaba ningún reproche. Así que estas palabras en principio me llegaron como un jarro de agua fría.
Mi primera reacción fue la de contestarle, reprocharle, discutir, de hecho estaba más que justificado que lo hiciera, YO tenía razón para hacerlo… Pero… fui capaz de observarme y darme cuenta que la reacción no provoca sino más lucha, y división, y no lo hice. Y desde luego eso no sería alumbrar mis propias sombras, al contrario. Lo que hubiera provocado sería apoyar mi inconsciencia. Así que decidí observarme y leer en profundidad el mensaje que había compartido conmigo, yendo más allá de la literalidad. Después tras pasar por diferentes emociones; sorpresa, indignación, etc… empecé a revisar mi sentir y mis rechazos, y claro que rechazo cosas consciente e inconscientemente seguro que también, más aún. Que no me de cuenta no significa que no existan en mí.
Respiré; una vez calmada, releí de nuevo su mensaje y me di cuenta que me hablaba de sus rechazos, los que le pasan en transparencia totalmente. ¿Pero solo me hablaba de él y de sus ideas o sus palabras encerraban un mensaje mucho más profundo de lo que mi juicio podía creer? Y entonces lo vi muy claro, y me pregunté… ¿Cuántas cosas me pasarán a mí en transparencia? ¿Qué repercusión tendrá esto en mi vida? ¿Cómo afectarán a mí y a mi entorno? ¿Qué alcance tendrán? Uf… Desde el suelo que piso, a las personas que me rodean y al TODO, de lo que formo parte… ¡¡Guuuaaaauuuuu!!
Su mensaje hablaba de su inconsciencia pero también sobre la mía. Me ofreció la oportunidad de encender un rayito de luz en mi mente. Así que no puedo enfadarme sino sentirme muy agradecida.
...Al final respondí a su mensaje pero observando desde dónde nacían mis palabras.
...Al final respondí a su mensaje pero observando desde dónde nacían mis palabras.
Muchas veces cuando comparto con otros mi “experiencia”, “mis darme cuenta”, y mi “inconsciencia”, recibo respuestas de algunas personas que me señalan a mí directamente pero que me muestran cómo se relacionan con ellos mismos y con todo. Mensajes del tipo: “no estoy de acuerdo contigo” “bueno esa forma de pensar es la tuya”, “estás perdida”, “ánimo” o “me gusta como piensas” “pienso igual que tú”… etc. A veces incluso me escriben comentarios debatiendo, discutiendo… o dándome consejos, incluso lanzándome retos jejejeje.
En realidad mi compartir habla de mí y de todos, como el tuyo, como el de otros. Sin embargo es más fácil ver la paja en el ojo ajeno y lanzar la piedra al vecino desde el juicio y el reproche, desde la reacción. Pero la inconsciencia no nos exime de la responsabilidad, en absoluto. No soy inocente por no darme cuenta de que soy responsable de mi vida. Inconsciencia e inocencia no es lo mismo.
Da lo mismo si piensas o no igual que yo, es lo mismo el reproche que el apoyo a una idea. Porque ahí seguimos en la identificación con los pensamientos, alentando las diferencias, la división. Porque si me identifico con mis ideas, me acercaré a personas que compartan las mismas y me alejaré de quién piense diferente. Seguiré mirando hacia afuera y rechazando lo que contradiga mi ideal.
Si lees mi compartir literalmente solo recibirás un mensaje superficial, una idea y seguro que la verás cómo que es mi idea; si te identificas con esta me darás la razón, sino pensarás que no tiene nada que ver contigo lo que digo… Pero más allá de estas palabras existe un mensaje mucho más profundo, al que solo se puede acceder si tú te observas tú, si yo me observo yo, ahí seguro me verás, ahí seguro te veré…
Muchos hablan de meditación como una rutina, como una acción, como un adiestramiento personal. Pero meditación no es más que observación dirigiendo la mirada hacia mi interior.
El camino del darse cuenta no siempre es fácil, porque existe una herencia viciada en la dirección de la mirada, hacia afuera de uno. Pero no soy inocente. No soy una víctima de esta herencia. Puedo elegir hacia dónde miro y cómo lo hago. Soy responsable de hacerlo o no.
A veces mi inconsciencia es la misma que me alumbra, quizá no desgrane al completo todas mis sombras una a una, pero solo darme cuenta de que existen en mí, me acercan a ti.
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