Cuánto más sé menos sé... ¿Todo está perfectamente diseñado para AMAR sin más?...

Un nuevo día lleno de incertidumbre y posibilidades, todo ES justo AHORA. Hoy un poco más de mi observar… me.
Ayer escribí sobre la toma de decisiones; qué nos afecta, cómo nos afecta todo, como afectamos e influimos a la vez al todo. Es apasionante y desconcertante a la vez darse cuenta. Hoy sigo observándome, y de nuevo este es mi compartir.
Hay un factor muy importante que nos ayuda de forma inconsciente a tomar las decisiones en nuestro día a día: La intuición. Al final de mi escrito adjunto el link de un vídeo también del programa de Redes de Eduard Punset llamado: “La intuición no es irracional”. El conocimiento no apoya la intuición, cuánto más sabemos, menos "acertamos", interfiriendo a la intuición.
Sabemos que todo afecta directamente sobre todo, y darse cuenta de esto es justo lo que me aleja de tomar la decisión más acertada para mí. ¿Cómo es posible? Precisamente porque según de la información que disponemos… Es decir, más claro, cuánta más información tengamos, más posibilidades y a su vez cuántas más posibilidades más opciones para elegir, así que entonces mi mente controladora empieza a liarme de forma racional para desgranar cual es la mejor de la opciones o también se puede interpretar cómo que yo recurro a mi mente racional para analizar las opciones y elegir la más correcta; valorando los pros y contras de todas y cada una de ellas, y ahí, justo, me pierdo. Porque tengo miedo a fallar, y dudo y valoro. Cuántas más opciones tenga entre las que poder elegir más difícil me será elegir. Por eso cuánto más consciente de mí misma soy más me alejo de mi mundo de razón. Todas son posibles, ¿pero cuál es la mía? A su vez darme cuenta de esto, me abre al mundo de lo esencial, al mundo de lo invisible. ¡Guauuu! Porque todas estas informaciones me llegan a través de lo que veo y lo que no veo también. Como explica la física cuántica: “Dos partículas que se encuentran en polos completamente alejados afectan la una sobre la otra”. Y es inevitable y mágico. Ayer me llegó esta posibilidad: “Quizá somos puntos de conexión entre lo visible y lo invisible, y por eso no tenemos un campo visual lo suficientemente amplio para verlo, porque desde dentro no podemos verlo”. Y posiblemente así sea. De nuevo es fascinante. Este es mi darme cuenta de hoy. Quizá no es necesario conocer...¿?
Sé que somos visibles e invisibles. Y está bien, todo está bien. Pero sigo en un plano físico en el que cada día he de afrontar situaciones cotidianas y tomar decisiones en todo momento; desde elegir la ropa más adecuada, hasta decisiones de más peso, algunas de ellas imprescindibles para mi supervivencia, incluso.
Me lleva a otro punto, la sencillez. ¿Qué papel juega la sencillez en todo esto? Juega un papel relevante y esencial. La búsqueda es la que me pierde en la complejidad. Cuánto mayor es el número de posibilidades, más complejo es elegir. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que cuanto más sé menos sé. ¡¡Fascinante!!. No sé si alguien o algo realmente maquinó este infinito multiuniverso, pero está perfectamente diseñado para mantenernos a salvo en la inconsciencia. Quizá no conocer, sea ser conscientes. Como un niño; un niño que vive el presente, inocente, sin memorias, sin conocimientos. Así es. Esta es la respuesta que me viene, aunque cómo otras veces, no tengo una pregunta concreta ;). La sencillez no es más que tomar lo que uno necesita, nada más y nada menos. Pero la sencillez a veces no es fácil.
El otro día escribí que quizá a la propia existencia no le importa que desvelemos su secreto, porque el ser humano es curioso, pero ahora lo dudo, quizá sí le importa. Al menos pagamos un precio: cuánto más sabemos, menos sabemos. ¿Merece la pena pagar el precio? ¡Fascinante!
De alguna forma la existencia me grita ¡confía, no quieras saber más porque menos sabrás!... Normalmente pensamos que cuánto más sepamos más confiaremos y resulta que todo está diseñado para confiar sin saber. ¡Mágico! Cuánto más sé más miedo tengo. ¿Qué me dice esto?
La confianza, otro punto indispensable para vivir. Confiar en que todo es perfecto, tal y cómo es, sin tener la necesidad de desgranar al detalle todas las informaciones de las que dispone nuestra mente o adquirir más y más conocimientos. Esto, aunque pueda parecerlo, no es ir a lo loco, aunque así lo pueda juzgar, solo es, confiar. Y me lleva a... De nuevo como un niño, confía sin saber.
Fluir ¿cómo fluir? Fluir no es dejarse arrastrar por la corriente. Yo cada día cuando me dispongo a escribir, no sé muy bien sobre lo que voy a escribir, no pienso demasiado, solo escribo. Esto es fluir. De alguna forma cuando intento ser “pragmática” y “entendible” y pienso demasiado en lo que quiero exponer, de nuevo me pierdo y me estanco. Así que fluir solo es ir a favor de la corriente, no dejarse arrastrar y no nadar contra corriente. De nuevo la sencillez no es fácil para esta mente inteligente que todo lo quiere controlar.
Yo me he privado del contacto con el mundo que me rodea, desde hace algún tiempo. Esto me ha puesto delante mis propios miedos; los que he podido ver cara a cara, de los que me he dado cuenta. Miedo a no hacer lo más correcto, miedo a lo desconocido, miedo a qué otros se relacionen y yo relacionarme con otros desde la idea qué tengo y que después me desilusione o provoque desilusión, miedo a mis expectativas y a las de los demás con respecto a mí, miedo a exponer mis miedos. Y muchos más y cuánto más sé, más reconozco en mí... A veces así lo veo, y lo juzgo. ¿Pero conocerlos solo les aporta luz, los disuelve o los multiplica?. Porque a veces parece que cuántos más sé, más reconozco en mí. (Tengo que observarme más en este punto)
El facebook, por ejemplo, es un medio, una especie de escaparate dónde muestro lo que quiero mostrar, pero dónde no me expongo. Es decir, en mi soledad detrás de la pantalla de mi ordenador, nadie me toca las narices, no sufro el rechazo, al menos no lo veo. Es como navegar por el mundo de lo invisible. Sin embargo esto me lleva a otro punto necesario para la supervivencia de ese Yo animal racional y del que de alguna forma me estoy privando: El amor. Y algo me dice que no solo es necesario para nuestra supervivencia como animales, sino para lo invisible. Es, la existencia en sí, el AMOR.
El amor, no tenemos muy claro lo que significa ni la repercusión y alcances que puede llegar a tener el amor para la existencia, pero sí dentro de mí algo me dice que es imprescindible. Una de las pruebas del amor, es precisamente exponerse. Es dejar que te toquen y tocar. En este punto aun me quedo anclada, mis miedos aun me frenan, bueno mi forma de juzgarlos aun me frena, de nuevo mi mente racional y controladora me quiere poner a salvo de la propia vida. O yo me excuso detrás de mi mente y justifico mi no exponerme. ¡Absurdo! Parece absurdo, porque a su vez el amor nos mantiene vivos, tal y como explica también el vídeo que comparto. Incluso está comprobado que cuando somos bebés el contacto físico nos mantiene vivos en los primeros meses de vida y tocar es también es AMAR. El mundo de lo visible también soy.
Algo de lo que me doy cuenta es que la inconsciencia no nos hace inocentes como escribí el otro día. Y que todas nuestras sombras también afectan al Todo. Pero esto no justifica que me esconda por no hacer y hacerme daño. Porque lo entienda o no, incluso desde mi lejanía también te afecto. Es inevitable y a la vez es fascinante. El otro día escribí lo siguiente: “¿Cuántas cosas me pasarán a mí en transparencia? ¿Qué repercusión tendrá esto en mi vida? ¿Cómo afectarán a mí y a mi entorno? ¿Qué alcance tendrán? Uf… Desde el suelo que piso, a las personas que me rodean y al TODO, de lo que formo parte… ¡¡Guuuaaaauuuuu!!. …A veces mi inconsciencia es la misma que me alumbra, quizá no desgrane al completo todas mis sombras una a una, pero solo darme cuenta de que existen en mí, me acercan a ti. ” Y ahora añado, no necesito más conocimientos, ni ideas. Lo que necesito es AMOR, cómo ya decía un programa antiguo de la tele jajajajajaa. El amor a la vez acoge todo: la sencillez, la confianza, la fluidez, todo. Y este quizá sea justo nuestro ombligo que une lo visible y lo invisible dentro de mí, el AMOR.
Ahora me pregunto: ¿dar luz a esas partes de mi mente que antes estaban a oscuras hacia dónde me lleva? ¿Para qué la observación en que me ayuda? 
La vida es como un juego, y yo quiero seguir jugando. Así que hoy decido dar el primer paso para poderte tocar y que me toques en lo más hondo. Porque lo que veo también soy, porque lo que ves también soy. Y lo que no veo no necesito saberlo, porque confío en que ES perfecto, dentro de mí y de tí. …Y porque honrar la vida es vivir.
Todo está perfectamente diseñado para el AMOR, para confiar sin más, porque cuánto más sé menos sé...¿? Quizá ser consciente es darse cuenta que no es necesario conocer...¿? Quizá ser consciente sea darse cuenta que los darme cuenta no me acerca al AMOR ¿?
He tenido que conocer para darme cuenta que lo desconocido es INFINITO... y que todo me impulsa!!!
Todo es fascinante, la observación es como un puente... ¿hacia dónde me lleva?
…Y mientras, me sigo observando… en el silencio… Donde las ideas se disuelven y me acompañan, dónde la verdad y la razón somos UNO.
Si quieres puedes verlo pinchando sobre el siguiente enlace:   La intuición no es irracional

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