Más sobre enamorar... se...

Hace algún tiempo una amiga me sugirió que escribiera más sobre enamorarse. Y aunque parece que lo dejé un poco apartado, he seguido y sigo “investigando” en profundidad sobre este tema que por cierto como a todos, me toca, y a veces, hasta me aplasta jejejeje. 

Como ya escribí existen muchos factores que nos afectan e influyen a la hora de enamorarnos. Pero más que adentrarme en profundidad en estos factores, voy a escribir sobre uno en concreto; cómo nos afectan nuestras experiencias pasadas. Y como siempre voy a escribir sobre mi experiencia y mi observarme en relación a este tema. 

Yo hace un tiempo me enamoré profunda y perdidamente de alguien con quién no ha sido posible tener una relación de pareja, como se suele decir sana y estable. Y me observo y me doy cuenta que esta experiencia me ha afectado tan profundamente que, y aunque soy totalmente capaz de transformar mi sentir actual, ha dejado una huella en mi corazón que a veces, esta huella brota en forma de herida abierta y me doy cuenta que, y ojo, no quiero sentenciarme con mis propias palabras, aun sangra. 

Esto me afecta en presente, aunque esta experiencia ya está pasada, sigue presente en mi día a día, porque  hoy se manifiesta en mi aquí y ahora, todavía. Es como si esa memoria se hubiera grabado a fuego, no sólo en mi mente, sino en cada célula de mi cuerpo, formando unos patrones viciados que afectan directamente en mi sentir actual. Estos patrones crean mi forma de actuar en la vida. 
Lo que quiero decir con esto, es que vivir en AMOR y totalmente abiertos es sencillo pero no fácil. Las experiencias "negativas" nos marcan y tienen un peso aparentemente mayor que las "positivas". 
Me he dado cuenta que es muy fácil crear patrones “negativos” y complicado des-hacerlos.  Pero no es imposible. Asumir mi responsabilidad y confiar en mis capacidades, son el impulso que necesito para transformar estos modelos. 

Cada uno tiene su forma particular de pasar el proceso, que aunque muy parecido, diferente en algunos aspectos, una de estas diferencias es el tiempo. Pero también me he dado cuenta que la determinación, decir y sentir profundamente, bueno… hasta aquí ha sido así, pero ahora elijo vivir abierta, es lo que puede acortar este tiempo. 

Antes pensaba que alguien es imposible que se enamorara de una persona que no le correspondiera, así lo creía y de hecho así lo vivía. Siempre he sido muy afortunada en mis relaciones. Pero de pronto, viví algo hasta ese momento desconocido para mí. Sí, me enamoré de alguien que no me correspondía, que de alguna forma, solo si cumplía sus ideas y sus expectativas podía compartir su tiempo y vida conmigo. Pero claro, no es posible cumplir las expectativas de otros, solo puedo cumplir y no siempre, las mías. Así que esta experiencia dolorosa me marcó hasta tal punto que actualmente no he logrado volver a enamorarme de alguien. Gracias, y ojo recalco, gracias a esta experiencia me he dado cuenta que lo que juzgo como negativo me afecta mucho más que lo que juzgo como positivo. Porque el miedo al dolor parece pesar más que mi propia confianza. Es como si no valorara lo "bueno" tanto como lo "malo", ¿absurdo verdad?.

Me siento eso sí, enamorada de la vida, del sol, de la naturaleza, del misterio, de muchas cosas, pero no he logrado enamorarme como mujer de otra persona. 
Esta forma de vivir como vivo ahora, es una forma de vivir enamorada, claro está. Pero reconozco que nadie logra entrar en mi corazón de aquella forma tan fantástica para mi, esa forma en la que quiero pasar mi tiempo junto a esa persona, esa forma en la que me gustaría compartir mi vida y caminar junto a esa persona, que pienso en esa persona y etc etc... Y reconozco también que hay una parte de mí que está deseosa de volver a sentir así el amor. Me encantaría enamorarme, me encantaría sentirlo. Y aunque no es algo que me preocupa, sé que en algún momento no muy lejano deberé ocuparme de esto. Porque la ilusión es impulso y el deseo también lo es. Es cierto que solo existe el presente y que toda proyección no es más que una ilusión, pero esa ilusión crea. 

Se habla mucho del amor incondicional, del presente, de la presencia, y muy poco del deseo, pero tengo mucho que agradecer al deseo, de hecho sin deseo yo no habría nacido, no conocería este mundo físico. 
También se habla del desapego, pero también tengo mucho que agradecer al apego, al apego por la vida, al apego a personas, porque sino probablemente habría dejado este mundo hace mucho. Gracias al apego mis padres me han dado la vida, me han cuidado y protegido me han alimentado y mimado…, y sin esto yo no hubiera sobrevivido. 

Sí, soy infinita y atemporal, pero también temporal y finita. Así que enamorarse de esta forma en la que quiero y deseo, es crear y materializar en este plano físico, plano al que le tengo tanto que agradecer. 

Pero voy a ir al grano, sobre enamorarse y cómo romper patrones viciados creados desde ese sentimiento de dolor que provoca el rechazo, el desengaño, etc… Porque sabemos que nos marcan mucho las experiencias que juzgamos como negativas, más que las positivas. 

Si solo existe el presente es aquí y ahora dónde tengo la oportunidad de abrirme a esta experiencia tan terrenal y fantástica, así que supongo que lo primero es darme cuenta que depende de mí abrirme o no, es mi responsabilidad. En segundo lugar es aceptar este sentimiento y cubrirlo de amor, abrazar mi dolor. Antes intentaba justificar por ejemplo, lo que no me gustaba que otros me hacían, intentando ponerme en su lugar, pero y ojo, hablo de mi experiencia, para mí lo que más me apoya ahora, es respetar profundamente mi dolor, sin justificar a los otros, ni siquiera a mí misma. Y aunque al escribir lo que otros me hacen, parece que no asuma mi responsabilidad, solo es una forma en la que lo siento y respeto mi sentir.
Y ahora ya estoy en contacto con mi sentir, que estoy enfadada o triste o lo que sea, pues que brote, que salga, que se manifieste. Puede ser doloroso claro está, pero una vez pasada la tormenta, descubro que mi luz brillaba tras esas nubes. Nunca he dejado de brillar, solo que no me daba cuenta, porque existían emociones que me tapaban la visión. 
Y ahora digo, basta, esto fue mi pasado, y me observo… ¿Qué quiero yo a hora? Aquí ya puedo escuchar los anhelos de mi corazón. ¿Qué me dice mi corazón? 
Y si mi corazón desea algo, mi mente le sigue. Como cuando escribo en este teclado, mi corazón se abre, mi mente dicta y mis manos le siguen. Todo confabula para crear. 
Mi corazón me dicta un camino, mi mente se proyecta, y mi cuerpo le sigue y así creo. Observar, proyectar y acción, esta es la forma. Así es, esta manera es la que rompe patrones viciados y negativos. Y romperlos solo depende de ti.

Alinear corazón y mente es la fórmula mágica para transformar... te y crear una nueva realidad. Porque escuchar a tu corazón es amar...te y solo amándote puedes!!!!
...Y aunque no he acabado de escribir sobre este tema, por hoy lo dejo aquí... 
¡¡FELIZ DÍA!!

No hay comentarios: