La clave del éxito danzando entre palabras

Hoy un día nuevo para compartir, dónde la posibilidad es aquí y ahora. Aquí y ahora están todas las puertas que puedo decidir abrir o no, que grande presente guarda el presente. 

Hoy comparto “mi observarme” en relación a esta frase tan manida, tan conocida y a la vez tan desconocida, “estar en mi centro”. Siempre he escuchado y he hablado incluso, sobre “estar en mi centro”, o incluso esta expresión que solemos utilizar: “estar centrado”. Y yo aunque conocía lo que significan a groso modo, no conocía todo lo que implican estas frases tan cortitas aparentemente, hasta hace un tiempo. 

Estar centrado sabemos que significa, no estar disperso, así es. Pero en estas palabras dormita un significado mucho mayor que el simple hecho de estar enfocado. Y si su significado es “mayor” implica que abarcan también mucho más. Bien, pues veamos que nos dicen estas palabras. 

“Estar en mi centro”, señala un punto, el centro y más que el punto señala una forma de estar, estar centrado. Al señalarlo con el verbo estar, no marca dirección, ni proyección futura, no señala el hacia dónde, el punto de llegada, sino el desde dónde, y lo nombra centro, punto desde el que enfocamos. ¿Pero por qué esta frase aparenta dar más importancia al punto de partida que al punto de llegada? ¿Qué nos quiere decir? Las palabras encierran mucho más mensaje del que a simple vista interpretamos. 

Estar centrado como escribí antes significa a su vez, estar enfocado, y no señala dirección, así que lo que nos dice es que, partir de nuestro centro nos apoya a enfocar, a evitar la dispersión, nos impulsa hacía dónde ir de forma determinante. 

Sabemos que cuando nos enfocamos hacia dónde queremos ir, se nos presentan distracciones, emociones sean las que sean, miedos, y sucesos y/o personas que pueden influenciarnos en caso de no estar centrados y acabar desviándonos del camino que debemos transitar para alcanzar el punto de llegada al que queremos llegar. De ahí la importancia del desde dónde partimos. 

Seguro que también habrás oído o incluso dicho, es que con mi pareja (por ejemplo) no puedo ser yo, esto es una forma de dispersión, salir de nuestro centro. Aquí no proyectamos desde el corazón, sino que el miedo, al rechazo, a estar solos o lo que sea, nos afecta y actuamos para complacer a otros, eso es perderse. Así que pasamos a transitar un camino no deseado. 
“No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”.      (Lucio Anneo Seneca)

Para mí la clave es estar en el corazón, escuchar los deseos del corazón, ese el centro para mí y desde aquí proyectar mentalmente estos deseos. La mente, si parto del corazón, no es mi ama sino mi aliada, es la traductora de forma racional de estos anhelos y la que me ayuda a planificar y organizar el camino a transitar, los pasos que debo dar para llegar al punto al que quiero llegar. Por tanto si comprendemos e integramos su significado esta frase nos regala secretos… El secreto del éxito. 

Y las palabras igual que encierran secretos fantásticos, claves tan importantes, cuando no son comprendidas  realmente, se interpretan y se mal interpretan. Como la palabra éxito o la frase; punto de llegada. Éxito y punto de llegada se puede interpretar como un resultado bueno, ¿pero quién juzga o cómo juzgo si es bueno o malo un resultado? Importante comprender que el resultado es en sí mismo, estar en mi centro… 

Así que está claro, el centro es el corazón. Cuando uno escucha su corazón y desde aquí se enfoca y se apoya, desde el amor, no siente que se equivoque independientemente de cómo juzgue su mente el resultado obtenido. El resultado es en sí, un efecto colateral a partir de un modo de estar, estar centrado. 

Y yo ahora le digo a mi corazón, te veo!! 

En esta sociedad se nos enseña desde pequeños que mirar por uno mismo es egoísmo, y solo cuando miro por mí, desde el corazón, dejo el egoísmo de lado. Porque si miro, me proyecto y actúo desde el corazón, desde esa parte en la que te reconozco dentro de mí, en la que somos uno, más allá de si piensas como yo, o eres así o asá, más allá de las diferencias, imagina que mundo podemos crear juntos... ¿Te apuntas?
Y desde aquí te digo, te veo!!!



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